Nuevos helados

Soy consumidor de helados desde que tengo uso de razón, y puedo afirmar (y afirmo) que NO PUEDO MAS CON EL MACADAMIA NUTS NI EL STRAWBERRY CHEESECAKE DE HAAGEN DAZS. Es que me sale por las orejas, tú. He intentado cambiar de sabores, pero con resultado infructuoso. Me empalagan. El Belgium Chocolate, Limon sorbet, Cappuccino Caramel Truffle o el Melon Paradise, me tocan un pié. Paso millas. Probé cambiar de marca, y me fui a por los "fashion" Ben & Jerry's, que se oían mucho últimamente y, como a mí a novelero no me gana nadie, pues en el Vips que me presenté a comprar unos litros. Más de lo mismo. De los sabores que he probado, sólo salvo el de cerezas con trocitos de choco. Por lo menos es más original.

Por eso este verano decidí volver al helado de toda la vida, o sea, la barra de tres sabores y las galletas. Me he puesto púo, como se dice en mi tierra. Es que siempre he sido excesivo. Me da por algo, y no puedo parar hasta que termino cogiendo manía, oyes.

Ayer tuve que ir a buscar a Fernando y, de vuelta a casa, por la Glorieta de quevedo, veo "BAJOCERO", y pienso "cáspita, la heladería de Nieves Alvarez" -lo de cáspita es por quedar bien, en realidad pensé coño! - Frenazo en seco y allí que me planto en cero coma. El local es amplio, luminoso, minimalista. El trato es agradable, son simpáticos pero sin pasarse, y te dejan probar los helados hasta que decidas cuál quieres. Grace, atención a los dependientes. Sobre todo al brasileño. Ya tú sabes de lo que hablo...

Finalmente me decidí por uno de chocolate que sabe a batido de Cola Cao, se llamaba Chocolate las 1001 noches... Exquisito. Fernando probó el melón y la leche merengada. Siempre hace lo mismo, pide combinaciones rarísimas y luego le gusta más el mío. De todas formas, sus sabores también estaban buenos, supongo que mejor por separado, claro.

Además de la estupenda calidad, son bajos en calorías. Eso me dijo Nieves. Y españoles, de los artesanos heladeros de siempre, olé.

Bajocero, Glorieta de Quevedo, 6.